Actualmente
y desde el 2004, avanza un proyecto para la extracción de material de arrastre
del río Amaime, ante la Agencia Nacional de Minería. El río, que es afluente
del Cauca, nace en el páramo de Las Hermosas y desciende por la cordillera
Central, oxigenando a lo largo de la cuenca tres tipos de bosques ubicados
entre los 4.200 y los 900 metros de altitud que abarca un área de más de
100.000 hectáreas, de vital importancia para la estabilidad ambiental del
territorio. En su entorno, en poblaciones rurales y urbanas, se asientan unas
450.00 personas. El proyecto de extracción minera está reconocido por la ANM
con el contrato de concesión Djm121, en el que las empresas Gravarena Ltda. y
Arenas Amaime, harán la explotación del río sacando de su cauce 76.000 metros
cúbicos, en un tramo cercano a dos poblaciones rurales, con maquinaria pesada.
Según se manifiesta en el seguimiento que la misma Agencia hace del contrato,
los solicitantes requieren el permiso de la CVC para poder otorgarles
finalmente la concesión.
El Pomch,
Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Hídrica, documento que designa el
destino de las zonas de un municipio, delimita el área de recorrido del Amaime,
en la zona montañosa, con una vocación distinta a la explotación minera de
material de arrastre, ya que es una región destinada a la reforestación, las
pequeñas parcelas, pequeños desarrollos agropecuarios, cultivos forestales y
reserva ambiental. Este Pomch, es la guía del desarrollo de la región y debe
ser consultado por todas las entidades que deseen hacer proyectos de cualquier
tipo, ya que traza la ruta de lo posible y lo inaceptable en Palmira y El Cerrito,
hasta el año 2030.
Por lo
tanto, lo que se esperaría de la CVC, Corporación Autónoma Regional del Valle,
entidad creada para proteger los recursos naturales, es que, teniendo el Pomch claramente
definidos los límites de destinación de la región, hubiera respondido
negativamente a la solicitud, con fundamento en ese documento. Sin embargo, la
CVC ordenó un "Estudio de Impacto Ambiental para la Explotación de Materiales
de Construcción en el Río Amaime, Departamento del Valle del Cauca" en el
que se leen diversos análisis ambientales, sociales y económicos y que no
contiene las recomendaciones expedidas por el Consejo Territorial de Planeación
que específicamente dijo, en un oficio dirigido a la Alcaldía, que teniendo en
cuenta los Impactos Físicos, de Calidad de Agua y Ecológicos (que enumera) le
solicita “que impida la explotación mecánica de material de arrastre y mineral
del río Amaime". Tampoco se tiene en cuenta que la Secretaría de
Planeación Municipal expresamente, en carta dirigida a la CVC, anota que
“podemos concluir que los predios dentro del polígono, tienen diversas áreas de
actividad, pero ninguna posee área de actividad especializada en zonas de
extracción de material de arrastre”.
Según la
Agencia Nacional de Minería, en seguimiento hecho al desarrollo del contrato Djm121,
por la Vicepresidencia de Seguimiento, Control y Seguridad Minera, la empresa
solicitante de la concesión ha incumplido con la renovación de la póliza y con
la Licencia ambiental, sin la cual no puede hacer efectiva la concesión. Se
esperaría que en consecuencia, el proceso de concesión se hubiera suspendido,
pero continúa en la espera de la licencia, una licencia que se sabe de
antemano, que independientemente de nuevos estudios, no puede ser concedida
porque está expresamente prohibido en el Pomch.
En la
fase final del análisis de la solicitud de la licencia ambiental, la CVC ha
convocado a una audiencia pública a Asoamaime, la Sociedad Gravarena río
Amaime, la Sociedad Arenas Amaime, quienes son la parte interesada en obtener
la licencia. También dijeron haber invitado a la gobernadora del Valle, los
alcaldes y personeros de Palmira y El Cerrito, el ingenio Providencia, el
ingenio Manuelita, la procuradora Judicial y Agraria, el Defensor del Pueblo
del Valle. Del mismo modo a la Junta de Acción Comunal de la vereda El Rosario,
de El Cerrito. El presidente de esta última entidad nos informó no haber sido
invitado y la gobernadora y el alcalde de Palmira anunciaron no conocer el
proyecto y al conocerlo, no estar de acuerdo con él. Como se notará, ni la
comunidad de Palmira ni la de El Cerrito, ni las de los corregimientos y
veredas de la zona de influencia, ni las juntas de usuarios de los acueductos,
ni las Juntas de Acción Comunal de los corregimientos, ni los veedores
ambientales, fueron invitados.
Los
integrantes del Colectivo Prodefensa del Territorio y el Agua, iniciaron las
actividades de socialización del tema, en cuanto supieron de la solicitud de
licencia, apenas dos semanas antes de la audiencia pública, que no fue
suficientemente promovida por la CVC. Llevaron hasta las comunidades más
alejadas a los expertos en asuntos ambientales, que pusieron en contexto las
consecuencias de la explotación del río, con maquinaria pesada. Expresando su
preocupación, la comunidad se organizó en torno a la información que se fue
obteniendo del "Estudio de Impacto Ambiental para la Explotación de
materiales de Construcción en el Río Amaime, Departamento del Valle del
Cauca", del seguimiento al Contrato de Concesión Djm121, del Ponch, de los
documentos expedidos por planeación Municipal y por el Consejo Territorial de
Planeación, a los que accedió gracias a la asesoría oportuna de los miembros
del Colectivo. Así, los habitantes de las zonas aledañas al área de explotación
lograron, con reuniones informativas, aclarar las dudas y acentuar su
preocupación por no haber sido tenida en cuenta desde cuando se inició el
proceso ante la ANM.
Se
programó una estrategia de comunicación, para dar a conocer todos los detalles
a la mayor cantidad posible de personas de las 450.000, que consideramos se
verán afectadas con la licencia si llega a darse. A través de las redes
sociales, se hizo la primera avanzada y como segunda medida, se visitaron
Juntas de Acción Comunal, fundaciones y organizaciones comunitarias en zonas
rurales y urbanas, entre otras, para explicar lo que estaba sucediendo. Tan
sólo en 10 días se logró socializar la situación y explicar toda la cronología
del proyecto de explotación en el río. Algunos medios de comunicación se fueron
sumando tímidamente a la gesta informativa y se hizo una nota en el río, para
mostrar la belleza natural que está en peligro, que fue emitida inicialmente en
el Informativo Veredal, un programa alternativo, hecho por miembros de las
comunidades, que logró acceso a un canal local de Palmira. Una vez se conoció
la primera nota, varios noticieros locales y regionales, editaron las
entrevistas e hicieron sus propias noticias de denuncia. El tema se puso en la
agenda de los palmiranos, cerriteños y vallecaucanos, reforzado con la
información voz a voz y a través de las redes sociales. Se creó una página en
la que se fue colgando material útil para la investigación de veedores,
periodistas e interesados en general. Con la página, según estadísticas
entregadas por Facebook, se logró alcanzar cerca de 36.000 personas en una
semana, con información confiable.
Dado el
alcance de la información, la CVC publicó un video que intentaba desprestigiar
a quienes consideraron los líderes, en un hecho que puede ser considerado como
un intento fallido por dividir a la comunidad. La comunidad, organizada ya, en
torno a la información cierta, rechazó el video y los ánimos se caldearon. En
medio de la carrera por la divulgación de los hechos arriba anotados, se logró
que el Consejo Territorial de Planeación escuchara a los miembros de la
Comunidad para que hiciera las recomendaciones necesarias a las autoridades
locales. Del mismo modo se logró que el Concejo Municipal realizara un cabildo
abierto, el martes 7 de noviembre a las 8:30 de la mañana, para escuchar a los
expertos y también a los habitantes de la región, a fin de tomar medidas
específicas propias de su esfera pública. Al cabildo se invitó a toda la
ciudadanía a través de redes sociales, llamadas telefónicas, perifoneo,
volantes y otros recursos alternativos. Fue también una estrategia exitosa, en
tanto que más de 250 personas, se dieron cita en el hemiciclo de Palmira. Allí,
por más de 4 horas, los concejales escucharon los detalles sociales, culturales,
económicos, financieros, ambientales, académicos, jurídicos y expresaron
públicamente, uno a uno, desde todas las bancadas, su rechazo al proyecto de
explotación del río Amaime. Durante la sesión del cabildo abierto, se sumaron
al rechazo, la Personería, la Contraloría, los veedores ambientales con
reconocimiento en la ciudad, asociaciones de ambientalistas y de ingenieros
forestales y agrónomos, y también el alcalde municipal, a través de la
Secretaría de Planeación y la oficina de riesgos. Todos ellos decidieron
unánimemente, acompañar a la comunidad en la audiencia pública y respaldarla
haciendo sus recomendaciones y exigencias a la CVC.
Así, el 8
de noviembre fue la audiencia pública con la CVC que, aunque se planteó de
parte de la entidad como un espacio exclusivo para formular información
técnica, la comunidad pudo expresarse para fortalecer la causa en defensa del río
Amaime, contra la explotación minera.
La cita
fue a las 9:00 de la mañana y desde las 8, largas colas de personas
documentadas e informadas para defender su derecho a la conservación de la cuenca
hídrica, se veían en el Parque del Azúcar, donde se hizo la audiencia pública.
Al iniciar, más de 400 personas esperaban las explicaciones de la CVC, que
nunca llegaron. Y contrario a lo previsible, durante toda la mañana, personas
venidas de todos los rincones del Valle, seguían llegando. Varios buses
llevaron a personas desde lejanos corregimientos, ubicados a más de dos horas
de camino, lo que demuestra la enorme organización campesina en torno a esta
defensa de los derechos colectivos.
Los datos
entregados por todos expertos, dan cuenta de los peligros a los que se expone
toda la cuenca hídrica, por cuenta del proyecto de explotación minera. Si se
llevara a cabo, el nivel freático puede bajar y todo el bosque puede afectarse
y, posiblemente, aún los árboles más grandes pueden secarse. Se afectará la
fauna acuática y terrestre. Del mismo modo, la calidad del agua bajaría a
niveles de impotabilidad. El transporte del material en vehículos pesados hasta
otro corregimiento donde el proyecto contempla el procesamiento, pondría en
peligro a una comunidad que sobrepasa las 3 mil personas, al exponerlas a
niveles altos de sílice lo cual es peligroso para la salud, sin contar el
deterioro de la vía que presta un gran servicio al turismo y a la agricultura.
Al hacer las conclusiones, la CVC en boca de un delegado, porque no se presentó
el director de la entidad, anunció que tiene 30 días hábiles para tomar la
decisión, y que reiniciará el proceso de estudio de la licencia. Sin embargo, a
lo largo de 4 horas, cientos de personas manifestaron su desacuerdo con la
expedición de la licencia y también los areneros hicieron su exposición de
motivos. Aducen ellos que son familias pobres, que derivan su sustento de la
extracción artesanal de material de arrastre y también de la venta informal,
cuando el río no está suficientemente colmatado. Informaron también que
compraron al ex senador de la república Alberto Peláez, un derecho a explotar
el río, por 70 millones y que participar ante la ANM por la concesión, les había
tomado ya 400 millones más, que obtuvieron de una colecta entre amigos y
familiares. Durante la jornada, se recibió el apoyo de la Procuraduría Agraria
y Ambiental, el Alcalde de El Cerrito, la Secretaría de Infraestructura de El
Cerrito, la Personería de El Cerrito, líderes comunitarios de ambos municipios,
más veedores, y la Gobernadora del Valle envió su respaldo a través de un
delegado. También recibimos la visita de líderes que viajaron desde otros
territorios de Colombia a acompañar la justa petición.
Actualmente
los miembros de las juntas de Acción Comunal de los corregimientos de Tablones,
y El Rosario, principalmente, y todos los del área de influencia del río
Amaime, hacen enormes esfuerzos de difusión e invitación a las actividades
programadas en Palmira, para hacerle seguimiento al acta de la audiencia pública
y a la decisión que debe ser tomada en medio de las fiestas de fin de año. Del
mismo modo, los veedores ambientales, veedores rurales y las juntas directivas
de usuarios de los acueductos de la región, realizan tareas de información y
fortalecimiento de la unidad comunitaria. La comunicación sigue fluyendo,
ahora, cuando asociaciones de todo el país han puesto los ojos en el río Amaime
y se ha recibido su apoyo en difusión y apertura de medios para hacer pública
la denuncia.
A la
fecha, asesorías jurídicas, legales, politológicas, comunicacionales, de
ingeniería ambiental y forestal, líderes religiosos, exalcaldes, se han sumado
a esta gesta, demostrando que hay consciencia en que la unión por la defensa de
los recursos naturales de Palmira, dará los resultados necesarios. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
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