La
Redacción
Mantenerse
firme en el propósito de la paz”, fue la orientación dada por el Partido del
Trabajo de Colombia en su periódico La Bagatela1 de diciembre de 2014,
refirmando su respaldo a las negociaciones de La Habana. Las conversaciones ya
llevaban 2 años y el propósito por desterrar las armas del ejercicio de la
política se mantenía como meta de una organización partidista que, al igual que
inmensos sectores de colombianos, también ha sido víctima de la violencia.
El
avance de los acuerdos permitió que se firmara el 23 de junio de 2016 el cese
al fuego y de hostilidades bilaterales y definitivas y dejación de las armas
con la presencia del Presidente Santos y del jefe de las Farc, Timochenko, en
La Habana. Ese hecho histórico fue recibido en la calle por los colombianos. El
PTC se unió a la celebración y estuvo en los sitios de concentración
difundiendo una nueva edición de La Bagatela2 que señaló: “La tarea principal
de la democracia colombiana es alcanzar la pura y simple paz... sin añadiduras
condicionantes que, aunque justas y necesarias en relación con la democracia y
las reivindicaciones sociales, en la situación actual del balance de fuerzas
hoy existente en Colombia, solo propiciaría la dilación de las negociaciones y
acaso la postergación indefinida de los acuerdos de paz”.
Los
negociadores de las partes anuncian al mundo el 24 de agosto de 2016, que han
llegado a un acuerdo final. En plazas, calles y coliseos se reunieron los
colombianos para ver el evento en directo. En Bogotá se llena la Plaza de
Bolívar y las banderas del PTC saludaron la firma del acuerdo. Ese día se
oficializa la realización del plebiscito que debe ratificar los acuerdos para
el 2 de octubre.
Ya
citado el plebiscito, el PTC desplegó toda su fuerza y capacidad de
convocatoria para buscar el Sí de los colombianos. Inicialmente se conformó un
comité de apoyo al Sí ante el CNE que permitió la participación en 3 canales de
TV con una intervención de su Secretario General (e), Yezid García (https://youtu.be/-wIq5KEC0Qw).
Se realizaron múltiples reuniones en barrios, asambleas de trabajadores, foros,
encuentros de jóvenes y mujeres por todo el territorio nacional. Destacamos en
Bogotá el acto citado por el Comité Ejecutivo de PTC con amigos y militantes el
2 de agosto. En la sede del Concejo de Cali se adelantó una amplia reunión
citada por los dirigentes del PTC Jorge Gamboa y Jairo Gálvez con la asistencia
del representante a la Cámara liberal Fabio Arroyabe. En Barranquilla por
iniciativa del dirigente del PTC en el Caribe colombiano, Enrique Meza y otros
amigos del PTC, se realizó la cena de la paz donde participaron importantes
dirigentes sindicales y políticos. El gran acto realizado en Medellín por el
sindicalismo que contó con la asistencia del sapiente líder latinoamericano,
José “Pepe” Mujica, invitado por Fabio Arias, secretario nacional de la CUT,
quien viajó especialmente a Montevideo para asegurar su presencia, se
constituyó en el evento central de los trabajadores colombianos que respaldaron
los acuerdos de La Habana. La militancia del PTC en el movimiento obrero alentó
la campaña de los trabajadores y siempre estuvo presente en las múltiples
actividades adelantadas por los sindicalistas. En Antioquia se hizo una gira
departamental que llegó hasta Urabá. En distintas regiones la militancia del
PTC se integró a los comités del Sí de la Alianza Verde. El frente femenino del
PTC, encabezado por Consuelo Ahumada, se integró a “un millón de mujeres por la
paz” y participó en la cena del 28 de septiembre en Bogotá. También fue notoria
la actividad propagandística y publicitaria promovida por la Juventud
Patriótica. Hicieron videos, programas de radio, afiches, volantes, recorrieron
las universidades donde encontraron un ambiente muy receptivo a la paz. Se
destacó su actividad en las redes. “Las ventajas de la paz” tituló La Bagatela
su nuevo ejemplar de septiembre difundido por todo Colombia.
En
la segunda quincena de septiembre, el dirigente nacional del PTC, Marcelo
Torres, publicó tres artículos que resumen enseñanzas valiosas del proceso de
paz y al comenzar 2017, unas notas de inicio de año (Ver nota adjunta).
Simultaneas
a la firma del acuerdo el 26 de septiembre en Cartagena, se produjeron
múltiples concentraciones en toda la nación. La Plaza de Bolívar en Bogotá fue
escenario del espíritu de paz y reconciliación que anhelan los colombianos. Las
banderas del PTC fueron enarboladas por sus militantes, al lado de miles de
colombianos, a saludar el histórico momento.
El
triunfo del No, aunque no estaba en los cálculos de los entendidos ni de los
triunfadores, revitalizó el anhelo de paz y encendió la llama de la
movilización popular. Tres días después del adverso resultado y a iniciativa de
los jóvenes, una gigantesca oleada de ciudadanos colmó la Plaza de Bolívar
pidiendo: “Acuerdo YA”. Transcurrieron 50 días de permanente movilización, las
marchas se multiplicaron por todo el país y en el extranjero. Surgieron
expresiones culturales y artísticas y se levantaron campamentos por la paz en
los centros de una docena de capitales.
En
medio de la agitación y en respaldo a los acuerdos, el 5 de octubre se había
conformado “La Paz se moviliza”, plataforma del Sí, compuesta por
organizaciones de mujeres, étnicas, sindicales, políticas, juveniles, LGBTI, de
profesionales, ambientalistas, indígenas y campesinas, que entabló un dialogo
permanente, respaldó las movilizaciones, y refrendó su apoyo a la paz. Asistió
a una reunión en Palacio con el presidente Santos, y tras el adecuado manejo de
la última parte del proceso, una representación de la plataforma, incluido el
PTC estuvo presente el 26 de noviembre en el Teatro Colón en la firma
definitiva del nuevo acuerdo, y clausuró el año con el Encuentro Nacional de
Paz el 30 de noviembre. El PTC fue promotor de esta coalición y protagonista en
todos los eventos.
Al
final las mayorías del congreso celebraron la refrendación del acuerdo
adelantado por todas las bancadas, (excepto la del Centro Democrático) que
unificadas dieron un definitivo Sí, luego declarado constitucional por la
Corte, hecho que permite traspasar el umbral de un nuevo período de la historia
nacional.
Sin
embargo el proceso sigue siendo blanco de los enemigos de la paz, quienes
dándole crédito a las ideas más retrógradas y utilizando argumentos reales de
la inconformidad nacional, han conseguido el apoyo de considerables sectores
sociales. El capcioso argumento de que unos malos acuerdos pueden estimular
“más violencia” hecho por Uribe, está encaminado a reforzar un clima negativo y
hostil a los acuerdos alcanzados y propiciar el retorno de la política con
armas.
La
alerta esta encendida y serán las elecciones presidenciales el escenario propicio
para darle un respaldo definitivo y duradero a la paz. Se ha abierto la
posibilidad de conformar una amplia coalición para tal fin. Si bien la
situación es compleja, el amplio espectro de las fuerzas democráticas debe
movilizarse en la búsqueda de un entendimiento para enfrentar las amenazas,
tanto las internas como los vientos de derecha que soplan en el mundo.
Notas
1 “Una táctica al servicio de la paz y
la democracia”, editorial La Bagatela, p. 2, dic 2014 (http://partidodeltrabajodecolombia.org/content/la-bagatela-42-frente-nico-por-la-paz-y-la-democracia).
2 “La pura y simple paz, mayor necesidad
de Colombia”, editorial La Bagatela, p. 2, junio 2016 (http://partidodeltrabajodecolombia.org/content/43-la-pura-y-simple-paz).
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