¡Que vivan los estudiantes! Entrevistas a dirigentes estudiantiles

César Tovar de León 10:19 a.m.

Con las gigantescas movilizaciones del 10 y 17 de octubre sin precedentes en los últimos años y un paro nacional, la comunidad educativa universitaria ha emprendido una lucha justa por la defensa de la educación pública superior. Rectores, profesores, trabajadores y principalmente los estudiantes han sido los protagonistas de este ejemplar movimiento. La Bagatela ha convocado a varios estudiantes universitarios militantes o amigos de la Juventud Patriótica del PTC, pertenecientes a las principales universidades públicas del país, para que nos describan sus experiencias y visiones sobre este movimiento, el paro en marcha y las nuevas tareas programadas.
Carlos Mosquera de la Universidad Distrital ¿díganos sobre los puntos centrales que motivaron este movimiento y el grado de participación de la U. Distrital? 
Carlos Mosquera: El punto central de la discusión y que motiva al portentoso movimiento estudiantil es la financiación de la educación pública superior, y entiéndase educación superior como las universidades e instituciones de formación técnica y tecnológica del país. Ahora bien, este punto se vuelve central toda vez que, de no ser pagada la deuda histórica de 18,2 billones de pesos a las IES en un plan de pago no mayor a diez años, y la solicitud de salvavidas de 4,5 billones a través de una adición presupuestal para el 2019 –que posibilite la terminación de este año y el comienzo del siguiente–, se estaría condenando de manera definitiva a las universidades públicas a la inopia y la privatización. Así mismo, como lo manifestamos en el pliego petitorio de la UNEES, exigimos reivindicaciones históricas como la mayor autonomía universitaria, mayores garantías de bienestar estudiantil, la derogatoria de la Ley 1911 de Financiación Contingente al Ingreso, un aumento significativo al presupuesto de Colciencias, entre otros. Esto se traduce en la aplicación de políticas públicas que reconozcan la educación como debiera serlo: el motor fundamental del desarrollo social y de las fuerzas productivas.
Habida cuenta de que lo anterior, una educación de carácter científica debe ser conseguida mediante la movilización social, la Universidad Distrital ha sido una de las más activas en el proceso de agitación y organización, esta se encuentra en paro indefinido desde el pasado 16 de octubre en todas sus cinco facultades y albergó el Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior del 20 y 21 de octubre, que definió:
1.  Un llamado a la unidad y a la construcción de un frente amplio por la defensa de la educación pública superior que contenga los tres estamentos de la comunidad educativa: estudiantes, docentes y rectores. Esto, en aras de consolidar una propuesta de negociación para la construcción de una nueva política pública de educación.
2. Desarrollos de discusiones y consensos en materia de criterios, características, compromisos, obligaciones y alcances para la elección de voceros o representantes del Encuentro Nacional de Estudiantes de la Educación Superior, ENEES.
3.   Fortalecer las actividades de movilización y agitación dentro y fuera de las IES, llamado a que las movilizaciones se desarrollen de manera cívica y en paz.
4.  La invitación a participar desde las distintas ciudades y territorios de la gran jornada de  movilización por la defensa de la educación superior pública este próximo martes 23 de octubre, junto al paro de 24 horas de Fecode.



Diana Marcela Cañón, te hemos visto muy activa en UNEES, como estudiante de licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica  y militante de la Jupa, ¿exprésanos el criterio acerca del futuro del movimiento y la propuesta organizativa?                                                                                                         
El movimiento de la UNEES nace de la necesidad de exigirle al gobierno nacional presupuesto adecuado para las instituciones de educación superior de carácter estatal y limitar el abuso de cobro en matrículas por parte de las entidades de educación superior privadas. Sobre esta base, el criterio principal es lograr que el gobierno invierta y fortalezca la educación superior, financiándola en su totalidad por el Estado, este debe ponerse al día con la deuda histórica y garantizar los recursos de funcionamiento para los años venideros y no hacer anuncios que ante la opinión pública parecen generosos, pero, en que nada resuelven la crisis de la educación superior pública.
Prever el futuro del movimiento es arriesgado, ya que por ser un movimiento social con un objetivo claro, dependerá en buena medida del gobierno nacional en cabeza de los ministerios de Educación y Hacienda. Como objetivo inmediato es lograr recursos suficientes para el funcionamiento de los próximos años que se calcula es de 3,5 billones para las 32 universidades públicas.
La propuesta organizativa consiste en convocar y fortalecer la unidad más amplia de todos los sectores que defienden la educación superior pública estatal, científica y democrática. Ese fue el llamado que hizo la UNEES en la rueda de prensa del 15 de octubre del presente año y en el encuentro de emergencia nacional realizado los días 20 y 21 del mismo mes, en la universidad Distrital Francisco José de Caldas, sede Macarena.
Hacemos un llamado al Ministerio de Educación a abrir escenarios de diálogo, en pro de mejorar las condiciones de las universidades en Colombia. Además, enviar un fuerte abrazo, solidario y de apoyo a los docentes que hicieron una huelga de hambre, en especial al profesor Adolfo León Atehortúa Cruz, exrector de la gloriosa Universidad Pedagógica Nacional. El Estado ha obligado a que maestros acudan a estos actos, como el de poner en riesgo su vida, para llamar la atención y exigir la necesaria existencia de la educación superior. ¡Pública la recibimos, pública la entregamos!
El Caribe colombiano ha sido una de las regiones más golpeadas, por la desfinanciación estatal de la universidad pública, Alexander Muñoz Peláez estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad del Atlántico ¿cómo se adelantó la jornada en la costa y en particular en su universidad?

Alexander Muñoz Peláez: La Costa Caribe colombiana es quizás, la región donde el acceso a la educación superior pública se encuentra más restringido. Esto, aunado a la deuda histórica que el Estado mantiene con el conjunto de las instituciones de educación superior, nos convierte en presa ideal para que los gobiernos de turno implementen políticas que tienden a ahondar la crisis estructural de estas.
Ahora bien, los estudiantes de la Costa Caribe, en especial los de la Universidad del Atlántico, asumimos desde el primer  momento, una posición consecuente con el sentir del movimiento estudiantil a nivel nacional; por lo tanto no sólo estamos de acuerdo con el paro, sino que hemos propuesto asambleas permanentes, para lograr de esta manera vincular a la comunidad universitaria al debate propositivo, en el que todos los sectores que se encuentran dentro de esta se sientan incluidos tomando el ejemplo de las luchas de los años 1971 y 2011.
Conocimos el reciente fallo de la Corte Suprema de Justica sobre la financiación de la Universidad del Atlántico en una demanda interpuesta por el ministro Carrasquilla en su ejercicio durante el gobierno de Uribe y la rectoría de Enrique Meza ¿qué repercusiones tuvo ese fallo en la movilización y en la opinión de la comunidad universitaria? 
Alexander Muñoz Peláez: Con respecto al histórico fallo de la Corte Suprema, la comunidad universitaria celebra y acoge la decisión, que fue muy oportuna ya que reivindica la autonomía universitaria y devela lo nefasto de la injerencia del ministro Carrasquilla en la Universidad del Atlántico, a la cual puso en peligro inminente de cierre y además la sometió a un convenio de concurrencia y posteriormente a la ley 550, siendo la única institución educativa del país a la que se le impuso esta ley de quiebra.
El fallo le subió la moral a la comunidad universitaria en general y demuestra que el exrector Ubaldo Enrique Meza Ricardo, actuó en derecho y respetando la convención colectiva de trabajadores. Con esto, demostró ser un verdadero defensor de la educación pública, en especial la educación superior, aun cuando tuvo que soportar por más de 12 años la persecución a la que fue sometido, por los agentes del Estado.

El occidente colombiano estuvo más que a la altura en esta movilización, vimos imágenes impresionantes de Pasto, Cali, Palmira, Buenaventura, Buga, Zarzal y Santander de Quilichao, también excelentes declaraciones del rector de la Universidad del Valle, Edgar Varela Barrios, Felipe Torres Medrano y Jhonna Rivas son estudiantes de las universidades del Valle y Nariño ¿sus impresiones sobre este gran movimiento universitario?

Felipe Torres Medrano: Este es el canto de un grupo de jóvenes que de Univalle a las calles salió, para llevarlo a Colombia entera: ¡no a la guerra sí a la educación!
Más de 6.000 personas entre estudiantes y profesores universitarios se tomaron las calles de la capital del Valle del Cauca para dar inicio al paro nacional indefinido de la educación superior decretado por la asamblea permanente de estudiantes del pasado 5 de octubre. Cabe resaltar la nutrida participación de las universidades privadas en las jornadas de movilización, la voz de los estudiantes de la Universidad ICESI, Javeriana, Santiago de Cali, entre otras, se alzó en apoyo a las reclamaciones de las principales universidades públicas del país y en rechazo de las determinaciones del gobierno nacional de no solo no cancelar los dineros que les deben a las universidades, sino también del anunciado recorte de recursos. La jornada que se extendió hasta las tres de la tarde y que culminó en la plaza San Francisco, en el centro de Cali, se clausuró con una alegre muestra cultural por parte de los estudiantes. Las marchas y movilizaciones se han mantenido durante todo el desarrollo del movimiento con iniciativas de todo tipo. Ha sido importante la posición oficial de la Universidad del Valle a través de su rector, pues ha señalado las causas fundamentales de la crisis universitaria y la solución mediante la adecuada financiación estatal.

Jhoanna Rivas: La reactivación de las movilizaciones pacíficas por parte del estudiantado, docentes, egresados, empleados y trabajadores de la Universidad de Nariño, incluso familiares, obedece a varios aspectos; uno de ellos, es el cierre de manera definitivo de las universidades públicas precisamente por falta de financiación estatal.
En el caso de la Udenar, el déficit es de medio billón, lo que la afecta gravemente a pesar de la acreditación. Hay un plan de mejoramiento, que si lo llevamos a pesos hoy cuesta 90.000 millones.
El otro aspecto es la negativa del Minhacienda de ampliar el presupuesto para educación, solicitado en el pliego de la UNEES, con quienes compartimos los diez puntos del pliego.
Finalmente, una mayor confianza del estudiantado con la firma del acuerdo de La Habana, que ha permitido la movilización de centenares de estudiantes y ciudadanía en general, que se abstenía en participar ante el temor de la represión policial. Tampoco podemos dejar de lado que Nariño y el estudiantado en particular, se han manifestado consistentemente como enemigos del régimen.
La crisis administrativa y estructural que padecen la inmensa mayoría de las universidades, nos motiva a la solidaridad con ellas. La responsabilidad del Estado es garantizar una educación de calidad para los jóvenes del país, que en el momento no se vislumbra y por el contrario amenaza el cierre de las mismas.


Mauricio Vargas González, dirigente estudiantil de Medelllín: la universidades públicas de Medellín también padecen las consecuencias de la política educativa de los sucesivos gobiernos neoliberales. ¿Usted que piensa al respecto?

Mauricio Vargas González: El punto central, fundamental que motivó el estallido pacífico y argumentado de la comunidad educativa universitaria es el terrible déficit que padecen las instituciones de educación superior.

Es tal el abandono por parte de los sucesivos gobiernos que incluso los rectores y los directivos se han sumado a este clamor unísono por un presupuesto mínimo que permita al menos funcionar dignamente.

En todo el país hay preocupación, ya no hay con que pagarle a los profesores, no hay como adquirir tizas ni papel higiénico. Así mismo la infraestructura vieja y obsoleta se viene abajo en muchas facultades. Es triste ver como en los últimos lustros, la financiación de la educación viene cayendo en picada, pasamos de gastar 10 millones de pesos por estudiante a solo 4 millones, mientras la cobertura pasó de 150 mil a 600 mil en la educación superior en el lapso de 20 años.

El déficit es de casi de 20 billones. La Universidad de Antioquia padece uno de 140 mil millones y la U. Nacional, sede Medellín, de unos 80 mil.

Pero claro, el gobierno Duque dice que el presupuesto para educación es el más alto en mucho tiempo, 41 billones, que en su buena voluntad ha aumentado 500 mil millones. Gran cinismo porque solo un 10% de este monto va para las universidades. Y un billón adicional de las regalías que presumimos también irán para el nuevo Ser Pilo Paga y al Icetex.

Si miramos los aportes de IVA e impuestos sobre la renta en 2018, van unos 960 mil millones para Icetex, mientras que para las universidades apenas 286 mil. Se han destinado 3,5 billones para Ser Pilo Paga mientras que para las universidades son apenas 3 billones. La plata que el gobierno ofreció de manera cantinflesca para educación en realidad irán a las universidades privadas vía “Generación E” y a engrosar las ganancias del usurero fondo financiero y cobradores. Hay más de 50 mil familias endeudadas con esta entidad, 1500 embargadas (1) y posiblemente expropiadas. Hay 99 mil estudiantes endeudados muchos de ellos debiendo el triple del crédito concedido (2) La cartera del Icetex asciende a 5,4 billones (2) con un incremento de recursos en 1.700%(3) desde el 2008 a la actualidad. Y paga 45 millones de pesos a contratista por manejar Instagram. (4)

Es por esto que se debe constituir un FRENTE AMPLIO POR LA EDUCACIÓN que incluya e integre a los estudiantes, profesores, administrativos y sociedad civil en sus distintas expresiones para que sienten al gobierno a negociar en una MESA ÚNICA para que por fin se pueda subsanar el déficit que amenaza con sepultar la educación pública colombiana.




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