Como nuevo presidente de la USO quiero adelantar a los lectores lo que considero deben ser los ejes de su acción de en los próximos cuatro años.
Por: Edwin Palma Egea
Tomado de Las Dos Orillas | diciembre 11, 2018
En la USO hemos concluido el proceso de elección de todos los órganos
de dirección y decisión, tanto nacionales como territoriales. Cerca de 12.000
trabajadores participaron, una cifra histórica. Somos un sindicato vivo,
democrático y renovado. Estrenamos juntas directivas con periodos de cuatro
años, como sucede en los grandes sindicatos del país y del mundo. Tiempo que
debe servir para acordar y realizar un programa político y sindical de grandes
transformaciones.
Gracias a un acuerdo y un programa mayoritario he sido elegido
presidente de la USO. Y asumo este reto, que es una gran oportunidad, con la
claridad de siempre en mis posiciones políticas, que han sido públicas y las he
compartido en esta tribuna desde hace casi tres años. Mis ideas sobre el mundo
del trabajo, los sindicatos y la industria petrolera también han aparecido en
este medio y están abiertas al escrutinio de los trabajadores y la opinión
pública.
A comienzos del 2019 pondré a consideración de nuestra dirección y de
los afiliados de la USO un ambicioso programa, que parte de nuestras propuestas
de campaña y de lo acordado por la coalición mayoritaria. Aspiro actuar, como
siempre, con la mayor coherencia. Sin embargo, quisiera adelantar, a los
lectores de esta columna, lo que considero deben ser los ejes de la acción de
la Unión Sindical Obrera en los próximos cuatro años:
Fortalecer el “Frente Amplio por la Defensa de Ecopetrol”, será nuestro
eje de actuación política. La USO, sola, no puede enfrentar el modelo económico
dominante, que quiere seguir dividiendo la empresa en filiales para facilitar
su venta, como puede ocurrir con Cenit. Nuestro programa político incluirá
también la insistencia en Plan de Modernización de la Refinería de
Barrancabermeja y la no prórroga de contratos de operación de campos de
producción a empresas multinacionales. Rechazaremos el proyecto de regalías por
impuestos o de obras por impuestos, y propondremos el proceso de transformación
de Ecopetrol en empresa líder que haga la transición energética con recursos de
la renta minera y petrolera, así como el crecimiento de la transferencia de
utilidades a la educación pública, universal, gratuita y de calidad.
Buscaremos recursos nacionales e internacionales para crear una
fundación que realice acompañamiento y formación psicosocial, política,
laboral, gremial y organizativa a las comunidades que viven alrededor del
petróleo. El objetivo de la fundación es que la USO deje de ser vista como una
organización de élite, solo preocupada por los intereses de sus afiliados. Nos
proponemos acompañar a las comunidades petroleras con una apuesta
contra-hegemónica que desnude los cantos de sirena que en ocasiones hacen las
multinacionales, o la misma Ecopetrol, cuando necesita explorar y perforar.
Este será un eje social.
Haremos un balance de la implementación de los acuerdos de la pasada
negociación con Ecopetrol. (i) presentaremos una propuesta propia de escalafón
salarial para el personal técnico profesional. (ii) nos vincularemos a la lucha
internacional por la defensa del derecho de negociación colectiva en materia
pensional, (iii) exigiremos el cumplimiento por parte de las empresas de los
aportes adicionales a pensiones en actividades de alto riesgo, (iv) seguiremos
reivindicando estabilidad laboral, (vi) exigiremos la garantía de justicia
laboral efectiva, (vii) insistiremos en una transformación cultural de respeto
por el derecho de asociación ante la oleada antisindical que vivimos y que se
traduce en la existencia de un pacto colectivo y en miles de procesos
disciplinarios y llamados a descargos, (viii) defenderemos el régimen
exceptuado de salud y riesgos laborales, (ix) la dignificación del trabajo de
las actividades tercerizadas con estabilidad laboral y negociación colectiva.
En las otras empresas petroleras lucharemos por que se implemente una
vieja recomendación del Comité de Libertad Sindical de la OIT, que le señala al
gobierno colombiano su obligación de permitir la promoción del derecho de
asociación en empresas donde no tenemos afiliados. Y donde los tenemos, los
organizaremos en torno a la negociación colectiva para construir más y mejores
derechos. Este será el eje gremial.
Y, para terminar, el próximo año, nuestro sindicato acordará el
mecanismo mediante el cual definiremos nuestra postura institucional sobre la
explotación de yacimientos no convencionales o fracking. Esta no es ni debe ser
la postura de un solo dirigente, deberá ser la postura frente al piloto que
está proponiendo Ecopetrol y deberá asumirse con el más alto grado de
responsabilidad y luego de la mayor deliberación posible sobre todas las
posturas en juego. Ya lo decía Popper: “yo puedo estar equivocado, tu puedes
estar en lo cierto y, haciendo un esfuerzo, juntos podemos acercarnos un poco
más a la verdad”.
Son muchos los retos, pero los enfrentaremos unidos. Si respetamos la
diferencia, y aun así caminamos juntos, si proponemos más debates democráticos
y menos descalificaciones e insultos, lograremos avanzar. Este es el sindicato
de todos y para todos y a los trabajadores petroleros que aún no están aquí los
esperamos con los brazos abiertos. Esta organización es y seguirá siendo democrática
y pluralista. Seguiremos siendo el pequeño modelo de sociedad que soñamos.
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