Historiador e economista
Los problemas con el dólar. Con bombos y
platillos el gobierno de Duque y El Tiempo celebraron el aumento en la
inversión extranjera señalando que había crecido de una manera significativa. Lo
que ocultaron es que este aumento está acompañado por un incremento en el
déficit en cuenta corriente, es decir que siguen saliendo más dólares de los
que entran, por cuenta de la repatriación de las ganancias de las
multinacionales y las desinversiones en el país a causa, entre otros aspectos,
de la creciente inestabilidad económica y política.
Tan grave es el asunto que las agencias
calificadoras de riesgo han bajado la nota de Colombia o han llamado la
atención sobre la dificultad que se avecina, a lo que se le suma la queja del
director del Banco de la República en el mismo sentido.
De acuerdo con la lógica del gobierno la gran
inversión debería traducirse en una caída en el precio del dólar porque hay más
dólares en el mercado colombiano, pero lo que está ocurriendo es lo contrario,
está subiendo el precio, porque hay pocos dólares en el mercado por las causa
señaladas, dando lugar a un muy alto y peligroso déficit de cuenta corriente,
que también tiene en alerta al FMI, pues el país está siguiendo la desastrosa
senda de Macri en Argentina.
El desempleo. Ante la imparable tendencia al
aumento del desempleo, el gobierno señala como una de las causas la llegada de
los venezolanos. El argumento es inútil, fuera de servir a la fiebre xenófoba
que empieza a cundir en Colombia y a mostrar cómo los ataques a Maduro
resultaron ser un tiro por la culata.
Un par de datos al respecto: las zonas de mayor
desempleo no están en el oriente del país y Bogotá, que es donde mayor cantidad
de migrantes venezolanos hay, sino que están al occidente y centro del país, en
ciudades como Quibdó y Armenia y en el Valle del Cauca. Pero además no se
menciona que una parte del desempleo es porque han desaparecido unos 700.000
puestos de trabajo en el último año, por la misma causa que está
desestabilizando las cuentas externas, la inestabilidad económica y política.
El desmesurado desempleo demuestra una vez más cuán
erróneo es el supuesto de que disminuyendo la tasa impositiva aumenta la
creación de empleo. Los casi 10 billones de pesos que dejó de ganancia la
reforma tributaria de Duque solo sirvieron para engrosar las billeteras de los
potentados, no para aumentar la inversión.
Salario mínimo ridículamente alto. El Nobel de
economía Christopher Pissarides, quien estuvo en Cartagena en la convención
bancaria insistió en que el salario mínimo en Colombia es ofensivamente alto. Remitimos
a nuestros lectores a varios artículos que hemos publicado en La Bagatela controvirtiendo
la mendaz afirmación. En síntesis, hay que decir que la cuenta que hacen es
sumar el total pagado a todos los asalariados del país y lo dividen por el
número de trabajadores y así obtienen el promedio. Veámoslo en concreto: en
países de Europa, el salario mínimo apenas alcanza a ser el 52% del promedio de
los salarios pagados, pues casi todos ganan altos salarios, mientras que en
Colombia el salario mínimo se sube hasta el 87% de los salarios pagados, lo que
se explica porque la gran mayoría gana apenas un mínimo.
Productividad baja. De paso, el nobel aprovecha
para echarles la culpa otra vez a los trabajadores por la baja productividad,
pero oculta el hecho de que la productividad en un país es afectada por el
trabajo o por la actividad laboral en una tasa muy baja, como lo muestran las
gráficas adjuntas. La gráfica 1 muestra el aporte del trabajo y el capital al
total en algunas de las economías asiáticas de mayor desarrollo en dos décadas.
Las dos columnas de la derecha muestran la participación del trabajo en el
total. Obsérvese por ejemplo el caso de China o Vietnam donde el grueso del
crecimiento está en el aumento del capital (es decir, tecnología y máquinas) y
muy poco en el trabajo. La gráfica 2 muestra el análisis para países
desarrollados.
Es decir, el punto básico para la productividad
tiene que ver es con la inversión en capital que se haga o sea que los
capitalistas se metan la mano al bolsillo para mejorar sus empresas, y en algo
que se llama la productividad total de los factores. Estos dos puntos escapan a
las posibilidades que tienen los trabajadores para aumentar la productividad, a
menos que se tomen el poder para así disponer de mayores inversiones de capital
y crear organizaciones empresariales productivas.
Gráfica 1. La acumulación de capital ha sido el
factor esencial para el crecimiento de los países de la Asean (países del
Sudeste asiático).
Gráfica 2. También en los países desarrollados
el aumento del capital es más importante que el del trabajo para el
crecimiento.
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