El Comité Nacional de Paro le ha presentado al gobierno un pliego de emergencia, que resume muy bien las necesidades más sentidas hoy de la población y que sería el mejor plan de choque para salvaguardar la vida y reactivar la economía y el empleo, al exigir salud, renta básica, subsidios a las nóminas de las mipymes, matrícula cero, protección contra la violencia de género y no privatización. A estas peticiones, presentadas desde el 19 de julio, el gobierno se ha mostrado desatento y por ello la conflictividad social y política irá creciendo cada vez más, en la medida en que los contagios desciendan se llenará de nuevo, ya no solo las redes sociales, sino la calle, igual que las maravillosas y portentosas manifestaciones iniciadas el pasado 21 de noviembre.
Por Fabio Arias Giraldo
Fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) / @fabioariascut
Duque de manera oportunista ha aprovechado la pandemia para gobernar de espaldas a las mayorías del país. En medio de la desmovilización en las calles ha gobernado y legislado a favor de banqueros y grandes corporaciones nacionales y multinacionales. Y en el plano de las relaciones exteriores se ha plegado a los dictámenes de Washington.
El gobierno siempre ha insistido en defender los negocios de sus socios a pesar de las dificultades propias de reclamar cuarentenas para salvaguardar la salud y la vida. Sin embargo, los sectores sociales y políticos que han mostrado su inconformidad no han dejado de expresarla a través de múltiples e innovadoras formas.
Así, la CUT ha realizado tres transmisiones virtuales de todo el día en la conmemoración del 1° de Mayo con acto cultural, el 20 de Julio para llamar la atención sobre el pliego de emergencia presentado por al Comité Nacional de Paro al gobierno de Duque, y el 7 de agosto para hacer un balance de los dos años de mal gobierno.
Los trabajadores de la salud han persistido en plantones y mítines frente a los hospitales, el ministerio de Salud y las secretarías de Salud territoriales y hoy preparan un paro nacional por la irresponsabilidad del gobierno nacional en el manejo de la pandemia y las deudas con la salud y sus trabajadores. Mención especial para destacar el paro de más de cuatro meses de los trabajadores de la salud del Hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar y la huelga de hambre de varios trabajadores de esa institución, reclamando el pago de los salarios que llevan atrasos hasta de 13 meses.
Desde el 25 de junio los trabajadores del oleoducto de Ecopetrol (Cenit) afiliados a la Uso han mantenido una denuncia contra la privatización de Ecopetrol y Cenit mediante el encadenamiento a un machín en la plazoleta de Ecopetrol en Bogotá, acompañada de descenso en la producción en el las plantas del oleoducto y mítines en los demás puestos de trabajo de la operación de Ecopetrol.
Los trabajadores y aprendices del Sena realizan plantones y caravanas frente a las sedes a lo largo de país para expresar su rechazo a la privatización, al aprovechar la actual dirección de la entidad la obligatoria y transitoria virtualidad para entregar la formación profesional a las multinacionales de la informática, Google, Microsoft, Linkedin, Amazon y otras, pretendiendo vender la idea de que se puede abandonar la formación profesional de manera presencial y práctica.
Ha habido caminatas de la dignidad desde Cauca y Nariño, Arauca, Santanderes y Sur de Bolívar hacia Bogotá, denunciando los asesinatos de líderes sociales y de desmovilizados de las Farc.
Los maestros agrupados en Fecode nos han enseñado, de nuevo, que en medio de la pandemia se pueden hacer movilizaciones virtuales significativas, con un paro de 48 horas el 12 y 13 de agosto en defensa de la salud y la vida de toda la comunidad educativa, la niñez y los adolescentes, los maestros y los padres de familia, ante el despropósito gubernamental de convocar a clases presenciales sin ninguna medida de bioseguridad y en medio de un momento en que los contagios siguen creciendo.
Los jóvenes universitarios vienen aumentando su presencia en las universidades y en las calles exigiendo matrícula cero y no más masacres de jóvenes. Ya hay iniciadas varias huelgas de hambre.
Las mujeres han visibilizado los feminicidios y la violencia de género que se ha exacerbado en medio de la pandemia sin que el gobierno defina una política para su protección. En igual sentido han protestado las diversidades sexuales y étnicas frente a las discriminaciones que han sufrido.
Adicionalmente hay múltiples y reiteradas protestas callejeras en los barrios populares reclamando subsidios y alimentos.
Los empresarios de las mipymes reclaman por las redes y en las calles subsidios y atención inmediata a su grave problemática que los mantiene en la quiebra o al borde de ella.
Los informales tuvieron que salir al rebusque en la calle, ante la desidia del gobierno por atender su reclamo de una renta básica de emergencia, con los riesgos propios del contagio.
Y en medio de todo este panorama de inconformidad y protesta, las diversas organizaciones sociales y políticas, ante la decisión de los grandes medios de comunicación de silenciarlos, hacen uso de la virtualidad ampliamente mediante informativos, charlas, conferencias, invitación a acciones desde la casa, como cacerolazos o plantones con bioseguridad en las calles.
El Comité Nacional de Paro le ha presentado al gobierno un pliego de emergencia, que resume muy bien las necesidades más sentidas hoy de la población y que sería el mejor plan de choque para salvaguardar la vida y reactivar la economía y el empleo, al exigir salud, renta básica, subsidios a las nóminas de las mipymes, matrícula cero, protección contra la violencia de género y no privatización.
A estas peticiones, presentadas desde el 19 de julio, el gobierno se ha mostrado desatento y por ello la conflictividad social y política irá creciendo cada vez más, en la medida en que los contagios desciendan se llenará de nuevo, ya no solo las redes sociales, sino la calle, igual que las maravillosas y portentosas manifestaciones iniciadas el pasado 21 de noviembre.
Declaración CUT y Fecode
Defendamos la soberanía, la democracia y la vida
La declaración del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, declarando “héroe” al expresidente Álvaro Uribe y exigiendo su defensa en libertad, promueve, el desconocimiento de una decisión de la Corte Suprema de Justicia y una desestabilización de la institucionalidad del país. Es una descarada y abusiva intromisión del gobierno de EE.UU. en los asuntos soberanos.
El Presidente Duque, a quién le corresponde es respetar y acatar las decisiones judiciales, también ha salido a controvertir el fallo. El partido de gobierno, el Centro Democrático, ha convocado a desconocerlo reclamando que es una persecución política y por tal a convocar una constituyente o referendo para eliminar dicha corte, la cual ha sido calificada como "mafiosa" y "secuestradora" por parte del mismo "héroe", hoy preso, Álvaro Uribe Vélez.
Se configura así, un tinglado nacional animado y apoyado por las aventuras del gobierno de Trump, para realizar un acto de fuerza que rompería el debilitado Estado de derecho, consolidándose el autoritarismo de Duque y los sectores más reaccionarios del país y continuar entrometiéndose en los asuntos internos del hermano pueblo de Venezuela, que solo deben resolver ellos.
Toda esta situación de descarada intervención está acompañada del sometimiento a los designios de los EE.UU. por parte del gobierno de Duque, en permitir la presencia de tropas gringas en el país sin tener en cuenta la autorización del congreso, su abyección a la fracasada política antidrogas de la sustitución forzada de cultivos ilícitos y con aspersión aérea con glifosato, en lo cual, además de querer acabar con la JEP, desconoce los acuerdos de paz en este sentido también.
De otra parte y profundizando la injerencia gringa, el pasado 17 de agosto, Duque recibió la "visita" gringa de alto nivel del presidente Trump, encabezada por Robert O´Brien, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone, encargado para asuntos latinoamericanos y candidato a presidir el BID y el jefe del Comando Sur, Craig Faller, que hace el anuncio de que Estados Unidos y Colombia inician una nueva estrategia binacional encaminada a fortalecer la lucha contra las drogas e inversión financiera privada norteamericana en el campo, a la cual le han puesto el nombre de “Colombia crece”. Según las declaraciones hechas a medios de comunicación, O´Brien anuncia la inversión de hasta 5.000 millones de dólares en los próximos tres años. Es una embestida para profundizar la toma de la economía nacional por parte de las multinacionales y el capital financiero norteamericano tal como lo vienen haciendo desde hace más de 30 años con la política de apertura económica y libre comercio que ha contribuido a la destrucción del aparato productivo nacional y a agrandar la dependencia de nuestra nación del extranjero, tal como lo demuestran las cifras de 14 millones de toneladas de alimentos traídos del exterior, y el saqueo de nuestros recursos naturales con grandes ganancias para las multinacionales y pocos beneficios para la nación y sus regiones, el gobierno de Iván Duque persiste en la profundización de una política económica fallida para los intereses nacionales.
Y por si fuera poco este dantesco cuadro, en la última semana han asesinado más de 20 jóvenes, sin que el gobierno nacional haya hecho una verdadera expresión de solidaridad y propósito de defender y garantizar su vida, como también ha pasado con los asesinatos y masacres de líderes sociales y desmovilizados de las Farc en sus dos años de gobierno.
Desde la Cut y Fecode rechazamos tajantemente este atropello a nuestra dignidad como nación.
Es preciso que las genuinas fuerzas de la democracia confluyan en una amplia coalición que salvaguarde la soberanía y el Estado de Derecho. Hay que estar en alerta.
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