Mauricio Vargas GonzálezJóvenes Partido Alianza Verde / Secretario
Regional Juventud Patriótica PTC Antioquia
Federico Gutiérrez disque iba a luchar
contra los combos y resultó infiltrado por la ‘Oficina de Envigado’ en la
Secretaría de Seguridad –un puesto clave para llevar a cabo ese combate contra
la ilegalidad–. Así pues que el alcalde debe dedicarse a perseguir fleteros y
ladrones de baja cuantía por televisión. En manos de una ficha de la mafia y el
paramilitarismo estaba la seguridad de la ciudad de Medellín: Gustavo Villegas.
Fue este mismo uno de los responsables de la desmovilización engañosa y falsa
del Bloque Cacique Nutibara (BCN) como responsable de la Oficina de Paz y
Reconciliación1.
Desmovilización que fue catalogada por
académicos y por el paramilitar el ‘Alemán’ como un simple montaje para que el
paramilitar ‘Don Berna’ y otros bandidos de la ‘Oficina de Envigado’ pudieran
acceder a los beneficios de ley brindados por el entonces presidente Álvaro
Uribe Vélez con el programa ‘Justicia y Paz’2. Un programa que Uribe usó más
para beneficio de los grandes criminales del país que para la pacificación
efectiva y real de los territorios, pues la violencia sigue, los abusos contra
la población continúan, bajo otras siglas, modalidades y comandancias. Un
proceso sin reintegración, sin reformas, sin verificación, sin verdad y sin
reparación... esa fue la paz de Uribe.
Una desmovilización ficticia, pues no se
vieron los resultados en seguridad, las estructuras del crimen organizado
continuaron controlando la ciudad bajo otros nombres y con otros ‘patrones’.
Así mismo, durante esta desmovilización Gustavo Villegas alias ‘El Ingeniero’
favoreció con contratos a Felipe Sierra para prestar seguridad a la Corporación
Democracia, entidad creada por ‘Don Berna’ para para acoger y acompañar a los
desmovilizados de los bloques Cacique Nutibara3. Lo que le valió una
investigación que no prosperó.
En la audiencia de imputación de cargos
contra Gustavo Villegas se conoció que este facilitaba información al
exguerrillero Mariano Zea Ospina –contratado por Villegas para trabajar con la
Secretaría– quien hacía de intermediario con Julio Perdomo, un capo de la
‘Oficina de Envigado’, con delitos como paramilitarismo, desplazamiento
forzado, etc. Además, Villegas buscaba beneficiar a ‘La Oficina de Envigado’
con el Decreto 1175 para que presos de esta organización quedaran libres y se
convirtieran en ‘Gestores de Paz’.
Ahora bien, como dijo el exalcalde Alonso
Salazar: “No hay manera que el alcalde Federico Gutiérrez diga que no sabía”.
¿Cuál es pues el resultado de este tremendo
desacierto? ¿Debe el alcalde de Medellín dar alguna explicación? ¿Se pone en
cuestión su estelar lucha contra la criminalidad?
Nota:
- ¿Que hacen dos hermanos de José Obdulio Gaviria, ideólogo y cuadro del uribismo, en la audiencia de imputación de Gustavo Villegas?
- Dice la Fiscalía en cabeza de Claudia Carrasquilla que la actuación del imputado fue individual, es decir, ¿no se profundizará en la investigación?, ¿era al único infiltrado de la ilegalidad en la Alcaldía?
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