Trump se metió en grandes ligas Colin Kaepernick

César Tovar de León 12:22 p.m.


Alberto Herrera


Uno de los íconos de la vida estadounidense es indudablemente el futbol americano y la liga que lo rige: NFL. En un país cada vez más dividido por causas conocidas, el presidente Trump en discurso del viernes 22 de septiembre llamó “hijo de puta” a Colin Kaepernick, un jugador afroamericano de la NFL que desde hace un año cuando suena el himno en los partidos se pone de rodillas en señal de protesta por la violencia racial contra los afrodescendientes, especialmente ejercida por la policía de ese país. Luego insultó a Stephen Curry, el jugador más valioso de la liga de básquet y le retiró la invitación, como integrante del equipo campeón, a la Casa Blanca.

Producto de sus desafortunados pronunciamientos, Trump logró unir a los deportistas, a los técnicos, dueños de equipos y a la misma liga NFL en su contra. Hay múltiples manifestaciones al respecto. Es un hecho sin precedentes en la historia y muestra que así sea el presidente, no puede manejar al país como un desabrochado y un torpe twiter. El director ejecutivo de los Patriots, Robert Kraft, donante de un millón de dólares a la campaña presidencial de Trump afirmó en un comunicado: “No hay nada mas unificador que el deporte y nada tan divisivo como la política. Nuestros lideres podrían aprender mucho de la importancia del trabajo en equipo hacia un objetivo común”. La camiseta del jugador se convirtió en la tercera más vendida en la tienda oficial de la NFL.

El gesto de protesta ha recibido gran solidaridad no solo entre los deportistas sino entre la afición. La jugadora de futbol Megan Rapinoe, campeona olímpica en el 2012 se arrodilló en un partido de liga mientras sonaba el himno nacional, “fue un guiño a Kaepernick y todo lo que simboliza su propuesta”, dijo la estrella.

El expresidente Obama el lunes 25 de septiembre también se puso al lado del deportista: “Kaepernick está ejerciendo su derecho constitucional para protestar”. “Aunque quizás es algo difícil de aceptar para la policía y el cuerpo militar”, añadió.


Curry respondió: “desde que Trump habita la Casa Blanca, ya no es un honor visitarla”. La disputa está al rojo

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