A cien años del triunfo de la revolución proletaria en
Rusia, la derecha mundial no deja de solazarse con la caída de la patria de
Lenin por el despeñadero del capitalismo. El presente artículo da por sentado
que esa revolución fue traicionada por un sector del partido que se consolidó
en el XX Congreso de PCUS en febrero de 1956. En ese evento se proclamó la
teoría del tránsito pacífico y la emulación entre el campo socialista y el
capitalista, etapa que posterior mente fue calificada por Mao Tsetung como la
entrada soviética al socialimperialismo: socialismo de palabra e imperialismo
de hecho.
Para entender cómo se llegó a esta situación y evitar el
consiguiente pesimismo, bien vale la pena sopesar siete razones esenciales, que
no agotan la lista de adversidades.
1. La revolución socialista es una etapa en la historia que
de acuerdo con el marxismo ocurriría en los países desarrollados. No obstante,
por circunstancias políticas, estalló en un país bastante atrasado, que no
tenía las condiciones de acumulación y desarrollo para emprender la
construcción del socialismo. A Lenin y a sus sucesores les correspondió
entonces concluir un mundo de tareas pendientes antes de iniciar la propia, el socialismo.
Algo similar le ocurrió al capitalismo. Los primeros sitios
donde este se inició en el siglo XVI –España, el norte de Italia, el nororiente
de Alemania–, a la postre resultaron ser entre los más tardíos en alcanzarlo,
casi al finalizar el siglo XIX, pues las condiciones materiales para su
existencia, el trabajo asalariado y la acumulación de capital no estaban en su
punto.
2. La Revolución de Octubre fue casi incruenta pues Lenin
logró el respaldo masivo del ejército zarista desmoralizado por la I Guerra
Mundial (IGM). Pero no bien finalizado el invierno de 1917 se empezó a
orquestar una gran invasión a Rusia por las potencias y sin terminar la IGM, 14
de ellas se unieron para exterminar en la cuna la revolución proletaria (Estados
Unidos, Gran Bretaña, Japón, Italia, entre otras) hasta 1922 cuando el Ejército
Rojo las derrotó.
Pero el país quedó arrasado y perdió parte importante del
territorio heredado de los zares, por ejemplo, Finlandia y una parte de Polonia,
y empezó un largo bloqueo económico y político que apenas sí daría un breve
respiro en los años finales de la II Guerra Mundial (IIGM).
3. En estas condiciones se inició la construcción de la
nueva sociedad. Cuando se compara con lo que ocurrió en Europa entre 1918 y 1939
queda en mayor evidencia el éxito de la revolución proletaria: El único país
que medio se recompuso fue Alemania que recobró su nivel anterior a la IGM solo
hacia 1934. El resto apenas sí sobrevivieron. Por el otro lado, Estados Unidos
hizo su millonada a costa de la tragedia europea entre 1918 y 1929, año este en
el que se desató la gran Crisis que arrasó la economía mundial peor aún que la
misma IGM según afirman los historiadores.
Mientras tanto, la Unión de las Repúblicas Socialistas
Soviéticas, URSS, (nombre adoptado por Rusia en 1923) se erigió en este período
en la segunda potencia del mundo, y fue la única que no padeció la Crisis de
1929 ni sus devastadores efectos.
4. Durante la década de 1930 la URSS vivió una especie de peculiar guerra de secesión, con efectos entre los cuadros económicos, políticos y militares, y cuyo balance aún no ha hecho el proletariado mundial. Su resultado fue el freno en el normal desenvolvimiento de la URSS durante estos años, previos a la IIGM.
5. Como es ampliamente reconocido, el gran gasto en la IIGM lo hizo la URSS. Las batallas más sangrientas y largas ocurrieron en su territorio pues el plan de los Aliados era esperar hasta que Hitler hubiera destruido a la URSS para ahí sí abrir el segundo frente. Pero ante la derrota hitleriana propinada por Stalin se vieron obligados a atacar a Alemania por el occidente.
Terminada la IIGM el resultado no podía ser peor para la economía soviética: Puso unos 25 millones de muertos del total de 60 millones. Si se considera que de esos 25 unos 20 eran soldados se puede inferir el rudo golpe para una posterior reconstrucción económica, pues era la mano de obra joven del país. A esto ha de sumarse el arrasamiento de tierra y fábricas por la tropa nazi, salvo unas 1.500 fábricas que fueron desmontadas y trasteadas hasta el otro lado de los Urales por los soviéticos.
6. Apenas se terminó la IIGM se inició un nuevo bloqueo contra la URSS, la Guerra Fría, una confrontación de todas las potencias capitalistas a lo largo y ancho del planeta contra la URSS, Aun así, a la vuelta de pocos años asombró al mundo lanzando el primer viaje al espacio sideral. Esta nueva guerra se extendió hasta 1992 cuando esa especie de agentes infiltrados capitalistas, Gorbachov y Yeltsin, desmantelaron el país.
7. A todas estas dificultades debe agregarse una cuyo peso solo se irá valorando a medida que la historia de la humanidad siga avanzando: Cuáles son las leyes económicas y políticas de la construcción del socialismo. Quienes llevaron sobre sus hombros esta tarea en la URSS, en particular Stalin, estaban ante un mundo desconocido como lo estuvieron los iniciadores de la revolución burguesa clareando el siglo XVI.
A no dudarlo ninguna de las potencias capitalistas hubiera resistido una embestida de esta magnitud..--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
EmoticonEmoticon