Por Fabio Arias Giraldo
Fiscal Nacional CUT
Del 6 al 10 de mayo de este año se realizaron el VI Congreso
de la Mujer Trabajadora, el III de la Juventud Trabajadora y el VII Congreso
ordinario de la CUT, que se realiza cada 4 años.
El congreso de la mujer contó con 350 delegadas, el de
la juventud con200 y el general, de la CUT, con 1.026 delegados de los cuales
el 30% fueron mujeres, en representación de cerca de 600 mil afiliados de 400
sindicatos del país.
En medio de estos congresos se desarrolló un foro con
las delegaciones del sindicalismo internacional sobre “la paz y los derechos
laborales en el mundo”. Participaron más de 50 delegados entre los que se
destacaron Víctor Báez de la CSI y Rafael Freire de la CSA. Así mismo,
participó Alberto Reyes, dirigente sindical panameño en representación de la
FSM. Víctor Báez sintetizó este foro con una frase "La paz en Colombia
está en riesgo".
Las conclusiones de los congresos quedaron plasmadas en
la declaración política aprobada el día 10 de mayo, que ratifica lo que ha sido
el accionar de la CUT en oposición al actual gobierno, quedando sintetizada en
el lema del congreso: "Unidad y Convergencia por la Paz y contra las
políticas de Duque".
Esta decisión de la CUT la pone como el proyecto
político más avanzado que tienen los trabajadores hoy en Colombia. La defensa
de los acuerdos de paz, ante las acciones del gobierno de hacerlos trizas,
acompañado de una cada vez mayor injerencia gringa en nuestros asuntos por
imponer su fracasada política antidrogas, como la relación neocolonial de la
extradición y el uso de aspersión aérea de glifosato, coloca este evento como
un abanderado de la paz, la democracia y la soberanía.
Además, la CUT se ha opuesto de manera enérgica,
mediante la movilización en las calles y en las redes, a la ley de
financiamiento (reforma tributaria) y al PND por su absoluta regresividad. En
ambas situaciones preparó y realizó paros y manifestaciones acompañado por los
maestros y organizaciones de indígenas, campesinos, afros y sectores medios de
la población que son afectados en su situación social, laboral y tributaria.
Y para enfrentar las acciones contra la paz del
gobierno y los gringos y las medidas económicas, sociales y laborales, la CUT
no duda en señalar la inobjetable necesidad y conveniencia de la mayor unidad y
la más amplia convergencia social y política de los actores de la democracia,
el progreso, los alternativos e incluso sectores del centro político que
respaldan la paz, para hacer causa común en las elecciones territoriales del 27
de octubre, con el objeto que desde las regiones, actuando con vocación de
gobierno y poder, podamos ampliar el espectro de oposición política al gobierno,
que logré desbaratar su guerrerista proyecto del Centro Democrático y su jefe
Álvaro Uribe Vélez y vaya creando las condiciones para que a nivel nacional se
consolide un nuevo proyecto político alternativo para gobernar a nuestra
sufrida Colombia.
Adicionalmente, el congreso ratificó su decisión de
trabajar por adoptar desde la CUT una estructura organizativa por medio de
grandes sindicatos por rama o actividad económica que dé respuesta a nuestra
debilidad y dispersión, incrementando significativamente su membresía y
concentrando, de esta manera, su accionar.
El congreso también debatió que los sindicatos en
Colombia deberían ser numerosos, centralizados, democráticos, con recursos y
capacidad de incidencia sindical y política. Como por ejemplo Fecode. Y la
negociación colectiva debería ser multinivel (por rama) como, verbigracia, se
realiza hoy en el sector estatal. En este sentido, la CUT hizo un llamado a
toda su dirección para avanzar en esa orientación.
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