25M: Paro Nacional con cacerolazos desde la casa

César Tovar de León 8:03 a.m.

El presidente Duque busca salir del atolladero creando una situación de terror en la población, con la indiferencia ante el asesinato de líderes sociales, estigmatizando la protesta como de personas de capuchos violentos y vandálicos y aplicando un silencio a los medios de comunicación sobre las acciones y razones del paro del 25M, al más claro ejemplo de la reedición de la perversa, pero desafortunadamente eficaz en su momento, "seguridad democrática" del gobierno de su mentor Álvaro Uribe Vélez.
Por Fabio Arias Giraldo
Miembro Comité Ejecutivo PTC y fiscal nacional CUT / marzo 19, 2020


El contexto en que se desenvolverá el paro nacional el próximo 25 de marzo (25M) está determinado, de una parte, por la pandemia del coronavirus, un hecho extraordinario en la vida del mundo y del país y, de otra, en condiciones de mayor precariedad del país y de la ciudadanía en un momento en que la desfavorabilidad del gobierno es superior a la que se presentaba en la extraordinaria movilización del pasado 21 de noviembre (21N).
Los temas derivados contra el paquetazo neoliberal de Duque y por la vida y la paz, se han recrudecido.
El gobierno impuso la reforma tributaria, el holding financiero, el fortalecimiento del Esmad, las pruebas piloto del fracking, la aspersión aérea con glifosato y anuncia en este momento la presentación de las regresivas reformas laboral y pensional. El asesinato de líderes sociales se ha exacerbado ante la indiferencia y cinismo del gobierno. Los acuerdos de paz siguen teniendo serias dificultades financieras y administrativas en su cumplimiento. Todo esto, puntos cruciales del pliego de peticiones con los cuales se desarrolló el paro del 21N, que los ha impuesto el gobierno nacional en medio de su engañosa "Conversación Nacional", desconociendo una negociación con el Comité Nacional de Paro y la amplísima movilización social y ciudadana.
Todo ello ha conllevado a mayores inconformidades y reclamos ciudadanos que se han visto reflejados en el mayor rechazo que gobernante alguno haya tenido en los últimos 20 años, superando un 71%.
El presidente Duque busca salir del atolladero creando una situación de terror en la población, con la indiferencia ante el asesinato de líderes sociales, estigmatizando la protesta como de personas de capuchos violentos y vandálicos y aplicando un silencio a los medios de comunicación sobre las acciones y razones del paro del 25M, al más claro ejemplo de la reedición de la perversa, pero desafortunadamente eficaz en su momento, "seguridad democrática" del gobierno de su mentor Álvaro Uribe Vélez.
De otra manera intenta recomponer su gobernabilidad repartiendo la mermelada a la cual dijo nunca recurriría en su gobierno (otro más de sus engaños), repartiendo los ministerios de Salud, Trabajo y Agricultura a los partidos Cambio Radical y la U y refuerza al Conservador, buscando que dichas bancadas, con el Centro Democrático, lo acompañen en sus perversos proyectos de ley que presente al Congreso.
Sin embargo, la gravosa situación de un 13% de desempleo; el aumento en el último año de los jóvenes NiNi de 2,5 a 2,7 millones; el grave deterioro de los derechos humanos confirmados en el informe de la ONU; los reiterados escándalos de corrupción y fraude electoral por compra de votos confirmados con las declaraciones de Aída Merlano y ahora las grabaciones del Ñeñe Hernández que involucran directamente al presidente Duque y al senador Uribe Vélez; la caída del precio del petróleo a cerca de solo $30 dólares el barril; el alza vertiginosa de la tasa de cambio del dólar que pasa los $4.000, entre muchas, son circunstancias que animan la inconformidad e indignación de cada vez mayores sectores ciudadanos de las clases medias y populares.
Ahora, en las circunstancias de salvaguardar la salud y la vida de la población, pero así mismo canalizar todo el descontento e indignación por lo anteriormente señalado y el error garrafal de Duque de no cerrar los aeropuertos para los europeos, que ha facilitado la llegada de los casos de coronavirus, la modalidad de desarrollar el paro en la calle ha cambiado a hacerlo desde la casa, lo que lograría tanto el paro como la protección de la población de no infectarse, realizando cacerolazos durante el día y llenando las redes sociales de mensajes de protesta frente al mal gobierno y de respaldo al Comité Nacional de Paro y exigiendo a Duque negociación del pliego.
Twitter: fabioariascut

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Pliego del Comité Nacional de Paro presentado al gobierno nacional

Los 104 puntos del pliego están resumidos en 13 ejes temáticos correspondientes a los dos grandes temas con los cuales fueron convocados el paro nacional del 21 de noviembre el año pasado y el del próximo 25 de marzo. Eso dos temas corresponden el primero, contra el paquetazo neoliberal de Duque y, el segundo, exige el derecho a la vida y el cumplimiento de los acuerdos de paz.
En los de la vida y la paz, se encuentran aquellos derechos sustanciales para defender la democracia, puesta hoy en serio peligro por la tendencia fascista del actual gobierno. En los del paquetazo neoliberal se encuentran múltiples medidas regresivas en materia económica, social y laboral, que ahondarán la precariedad y desigualdad de la mayoría del pueblo y las clases medias.
El pliego está desarrollado en 13 ejes temáticos, así:

  1. Cumplimiento de los acuerdos de paz entre el gobierno y las Farc. Así mismo, demandar diálogos con los otros grupos armados para lograr la paz.
  2. Defensa del derecho a la vida, garantizando el pleno ejercicio de los derechos humanos.
  3. Garantías integrales para el ejercicio de la protesta y la movilización social. Desmonte del Esmad.
  4. Soberanía económica para lo cual se revisarán los TLC, se desafiliará a Colombia de la OCDE y no se privatizará. Ecopetrol será 100% pública.
  5. Derechos sociales. Políticas de empleo y trabajo decente asegurando ingresos dignos, seguridad social y libertades sindicales. Educación y salud públicas gratuitas y de calidad.
  6. Rechazo a las regresivas reformas laboral y pensional. No al trabajo por horas, ni a la intermediación laboral. Liquidación de los fondos privados de pensiones AFP. Fortalecimiento de Colpensiones y el régimen de prima media.
  7. Aprobación de las leyes anticorrupción que permitan recuperar los recursos para la inversión social.
  8. Educación, salud y cultura. Reforma constitucional del sistema general de participaciones, SGP, para garantizar mayores recursos a la educación pública. Mayor presupuesto para la educación superior. La salud será prestada directamente por el Estado con recursos suficientes. No más EPS. Defensa y promoción de la cultura y el arte nacionales.
  9. Derechos económicos. Eliminación del 4 por mil. Congelamiento de las tarifas de combustibles y servicios públicos. No discriminación salarial para las mujeres. Reposición uno a uno del parque automotor. Fortalecimiento de entidades cooperativas y solidarias.
  10. Derechos de la madre tierra. Defensa del agua, la vida y el territorio. Respeto a las consultas populares. No al fracking ni al uso de glifosato. Protección de selvas, páramos y ecosistemas estratégicos.
  11. Defensa de la producción campesina y agropecuaria nacional. Garantía de tierra, crédito, subsidios, asistencia técnica, mercadeo y precios sostenibles para la producción agropecuaria nacional. Seguridad social para los campesinos y trabajadores agropecuarios.
  12. Derechos políticos y garantías para las comunidades indígenas, negras, afrodescendientes, raizales y palenqueras.
  13. Cumplimiento de acuerdos firmados por el gobierno con estudiantes, trabajadores estatales y pensionados, Fecode, campesinos, indígenas, negritudes, agrarios, transportadores, mujeres, población con discapacidad, pescadores y mineros artesanales, derechos humanos y víctimas.
El Comité Nacional de Paro se ha reunido infructuosamente en siete oportunidades con el gobierno nacional para adelantar una negociación, ante lo cual este insiste en una intransigente y engañosa “conversación nacional”, determinando de antemano que el 86% de las peticiones no pueden ser negociadas puesto que para eso hay instancias institucionales, incluido el Congreso, como si el clamor en las redes sociales y en la calle no fuese casualmente el fracaso de dichas instancias.

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