A propósito del encendido debate sobre el futuro de EPM, en conocidos círculos políticos y económicos de la ciudad y, en especial, en los medios de comunicación, de los que hacen parte nobles e ilustres empresarios y probos y pulcrísimos políticos que han salido a rasgarse las vestiduras por el supuesto quebrantamiento del gobierno corporativo de EPM por parte del alcalde de la ciudad, Daniel Quintero, vale la pena preguntarse si tanto dolor de patria fue expresado de manera tan vehemente en años pasados por los pésimos negocios y las cuantiosas pérdidas de EPM que han afectado su patrimonio, y que la tienen hoy con un pasivo que supera los 33 billones de pesos, lo que la convierte en una empresa empeñada a los acreedores y en grave riesgo financiero. Desde Sintraemsdes Medellín hacemos un llamado a todos los trabajadores de EPM a no dejarse confundir y mantener firme la defensa del patrimonio público, cerrar filas en mantener el carácter social de la empresa. No se trata hoy de salir solamente a la calle a protestar para defender nuestras conquistas laborales, se trata también de defender los enormes beneficios que en materia de servicios públicos e inversión social hace EPM a nivel local y regional.
Por Fernando López Molina
Expresidente del sindicato de Empresas Públicas de Medellín
Expresidente del sindicato de Empresas Públicas de Medellín
A propósito del encendido debate sobre el futuro de EPM, en conocidos círculos políticos y económicos de la ciudad y, en especial, en los medios de comunicación, de los que hacen parte nobles e ilustres empresarios y probos y pulcrísimos políticos que han salido a rasgarse las vestiduras por el supuesto quebrantamiento del gobierno corporativo de EPM por parte del alcalde de la ciudad, Daniel Quintero, vale la pena preguntarse si tanto dolor de patria fue expresado de manera tan vehemente en años pasados por los pésimos negocios y las cuantiosas pérdidas de EPM que han afectado su patrimonio, y que la tienen hoy con un pasivo que supera los 33 billones de pesos, lo que la convierte en una empresa empeñada a los acreedores y en grave riesgo financiero.
https://www.valoraanalitik.com/2020/08/27/matriz-de-epm-revela-que-la-compa-a-est-en-riesgo-extremo/
Desde que EPM dejó de ser un ente autónomo en 1997 y pasó a ser una Empresa Industrial y Comercial del Estado no ha cesado de ser objeto de interés y de debate ante los intentos por convertirla en fortín político o por privatizarla, habida cuenta de ser una entidad generadora de empleo y porque se asemeja a un banco, con una enorme caja con la que se podrían acometer ambiciosos proyectos de todo tipo e inversiones de gran calado pero que le son restringidos en su objeto social, y por ser esta una entidad ciento por ciento pública. Basta recordar que en 1995 el alcalde Sergio Naranjo presentó la primera propuesta de privatización de EPM en el documento Propuesta de Definición Empresarial, elaborado por Luis Guillermo Vélez en coautoría con Juan Felipe Gaviria, presidente de Conconcreto y posteriormente gerente de EPM, en la que se buscaría que “la participación privada sea mayoritaria en poco tiempo”.
Sin embargo, el GEA no ha perdido la esperanza y eso no ha impedido que dentro de EPM funjan como sus defensores los miembros de las juntas directivas que no ven ningún problema en que los dineros públicos se conviertan en oportunidades de negocios y a su vez beneficiar las empresas que hacen parte de su grupo empresarial, sin que estas corran riesgos de pérdida en sus capitales al ser consideradas “aliadas estratégicas” por parte de los juristas de EPM.
https://www.facebook.com/PaulinaAguinagaL/videos/entrevista-nos-cogi%C3%B3-la-noche-epm-11-de-agosto2020/600654210838221/
Todo se inicia en 2006 con la compra leonina del 50% de la participación accionaria de los privados en Orbitel (Julio Mario Santo Domingo y Luis Carlos Sarmiento Angulo), donde EPM les pagó 85 millones de dólares cuando Orbitel era ya sólo un cascarón y su valor era de 33 millones de dólares, y le asumió, además, la deuda de $274.000 millones, junto a los $40.000 millones de pérdidas del 2006. ¡La compra accionaria a los privados le significó a EPM una pérdida superior a los $600.000 millones de pesos!
En esa oportunidad no hubo escándalo mediático ni le cayeron “rayos y centellas” al alcalde de turno, Sergio Fajardo, ni salieron turbas uribistas enfurecidas, ni ningún sindicato empresarial a denunciar la ruptura del gobierno corporativo, al conocerse posteriormente que el valor pagado no fue consultado con expertos de EPM ni con la Junta Directiva, la cual fue citada sólo para discutir: “el avance del proceso de Orbitel”.
El debate ha sido conducido para exacerbar el chovinismo ramplón y las emociones de la ciudadanía con el único fin de desviar la atención y hacer aparecer que la crisis que actualmente se vive en EPM es solo y solo responsabilidad de esta Administración.
En las marchas de protesta convocadas por la ruptura del gobierno corporativo, con participación airada de seguidores del Centro Democrático, quedó claro que lo que se persigue en el fondo, desde el día que se posesionó Daniel Quintero como primera autoridad de la ciudad, es su revocatoria y para ello se acude al ardid de encasillar al alcalde como militante en la corriente política de la Colombia Humana de Gustavo Petro o una supuesta toma de la empresa por la rancia clase política bogotana para tender un “manto de humo” sobre las reales causas que tienen hoy a las EPM al borde de un colapso económico y financiero.
La posición de los dueños del poder es desvirtuar cualquier cuestionamiento a la corrupción y al mal manejo de recursos públicos señalando a los que denuncian como promotores del odio entre ricos y pobres e incentivar la lucha de clases y, al inverso, de señalar de populismo si se presentan propuestas que buscan redimir la difícil situación de millones de colombianos. Eso es lo que viene sucediendo en Medellín, para señalar de “socialistas”, “castro-chavistas” y “petristas” a quienes se atrevan a poner en entredicho el “rigor técnico y jurídico” de las intocable EPM. Su posición ante lo sucedido en Hidroituango es “dejemos así” para que todo siga igual.
Valdría recordar que en EPM no ha habido conflicto de intereses cuando a sus juntas directivas llegan representantes del GEA o que se hayan hecho cuestionamientos a estos directivos al pasar de un escritorio privado a uno público o viceversa sin ningún pudor, pues EPM ha sido gerenciada por distinguidas figuras del GEA, entre ellas, el difunto Juan Felipe Gaviria quien fuera presidente de Conconcreto, Federico Restrepo quien fuera gerente de Integral durante 23 años y Juan Esteban Calle que pasó de EPM a ser presidente de Argos, como quien dice, “Integral diseña y asesora, Conconcreto y Coninsa construyen, y todo el cemento y concreto para todas las obras como vías, túneles, presa, campamentos, entre otras, los provee Argos” como lo señala Juan Paz en uno de sus escritos. Empresas que tomaron vuelo y se fortalecieron ejecutando billonarios megaproyectos de EPM, como la construcción del Edificio Inteligente, la Central Bonyic, Porce III, Hidroituango y la Ptar de Bello. Lo que explica la abrupta renuncia en pleno de la Junta Directiva o de su oposición a cualquier intento de demandar a estas empresas comprometidas en el desastre de Hidroituango.
Sería interesante saber, ¿cuántos contratos y por qué cuantía han sido adjudicados a estas poderosas firmas y otras que hacen parte de ese grupo empresarial?, ¿cuántos contratos presentan sobrecostos?, ¿cuántas multas les han sido aplicadas? Esta crisis ha dejado al descubierto que las ganancias fluyen sin problemas hacia ese conglomerado económico y que de presentarse pérdidas las asume EPM, incluyendo las multas que se vuelven simbólicas e inocuas cuando se trata de aplicárselas a ellos, pues son considerados “aliados estratégicos” por parte de los jurídicos de las EPM.
La concentración de la contratación pública en este conglomerado ha conducido a una enorme inconformidad de otros sectores empresariales y contratistas de la ciudad que cuestionan la aplastante hegemonía y el favorecimiento que le da EPM a las empresas del GEA.
Como lo señala de manera tajante el ex viceministro de Minas y Energía Diego Otero Prada:
“EPM siempre fue brillante antes de que entrara el GEA. Defiendo al alcalde Daniel Quintero y a Álvaro Guillermo Rendón, actual gerente de EPM. Hay que rodearlos contra la embestida de estos intereses privados dudosos, de los ataques del presidente de la Andi, de los editoriales peligrosos de El Tiempo y El Espectador, es decir, del poder dominante, cuyas varias fracciones se unen en este momento, independientemente de sus intereses particulares e ideológicos, para defender intereses privados... Defendamos lo público de los intereses groseros privados, con mayor razón, como se ha visto en esta pandemia, el papel nefasto de una salud privatizada y de una salud publica hecha pedazos… Este es uno de los cambios que necesitamos para construir un nuevo país, fortalecer lo público, pero ajeno a los intereses privados de los grupos monopólicos y de los partidos políticos clientelistas y corruptos”. https://www.avanzarcolombia.com/2020/08/18/defendamos-a-epm-de-los-intereses-privados-empresariales/
Desde Sintraemsdes Medellín hacemos un llamado a todos los trabajadores de EPM a no dejarse confundir y mantener firme la defensa del patrimonio público, cerrar filas en mantener el carácter social de la empresa. No se trata hoy de salir solamente a la calle a protestar para defender nuestras conquistas laborales, se trata también de defender los enormes beneficios que en materia de servicios públicos e inversión social hace EPM a nivel local y regional.
Nuestra tarea es dejar atrás las mezquindades, la soberbia y la prepotencia, se trata de ser más solidarios con las comunidades más vulnerables y con la sociedad en general, a las que nos debemos: ¡somos verdaderos dueños de esta gran empresa!
https://www.valoraanalitik.com/2020/08/27/matriz-de-epm-revela-que-la-compa-a-est-en-riesgo-extremo/
Desde que EPM dejó de ser un ente autónomo en 1997 y pasó a ser una Empresa Industrial y Comercial del Estado no ha cesado de ser objeto de interés y de debate ante los intentos por convertirla en fortín político o por privatizarla, habida cuenta de ser una entidad generadora de empleo y porque se asemeja a un banco, con una enorme caja con la que se podrían acometer ambiciosos proyectos de todo tipo e inversiones de gran calado pero que le son restringidos en su objeto social, y por ser esta una entidad ciento por ciento pública. Basta recordar que en 1995 el alcalde Sergio Naranjo presentó la primera propuesta de privatización de EPM en el documento Propuesta de Definición Empresarial, elaborado por Luis Guillermo Vélez en coautoría con Juan Felipe Gaviria, presidente de Conconcreto y posteriormente gerente de EPM, en la que se buscaría que “la participación privada sea mayoritaria en poco tiempo”.
Sin embargo, el GEA no ha perdido la esperanza y eso no ha impedido que dentro de EPM funjan como sus defensores los miembros de las juntas directivas que no ven ningún problema en que los dineros públicos se conviertan en oportunidades de negocios y a su vez beneficiar las empresas que hacen parte de su grupo empresarial, sin que estas corran riesgos de pérdida en sus capitales al ser consideradas “aliadas estratégicas” por parte de los juristas de EPM.
https://www.facebook.com/PaulinaAguinagaL/videos/entrevista-nos-cogi%C3%B3-la-noche-epm-11-de-agosto2020/600654210838221/
Todo se inicia en 2006 con la compra leonina del 50% de la participación accionaria de los privados en Orbitel (Julio Mario Santo Domingo y Luis Carlos Sarmiento Angulo), donde EPM les pagó 85 millones de dólares cuando Orbitel era ya sólo un cascarón y su valor era de 33 millones de dólares, y le asumió, además, la deuda de $274.000 millones, junto a los $40.000 millones de pérdidas del 2006. ¡La compra accionaria a los privados le significó a EPM una pérdida superior a los $600.000 millones de pesos!
En esa oportunidad no hubo escándalo mediático ni le cayeron “rayos y centellas” al alcalde de turno, Sergio Fajardo, ni salieron turbas uribistas enfurecidas, ni ningún sindicato empresarial a denunciar la ruptura del gobierno corporativo, al conocerse posteriormente que el valor pagado no fue consultado con expertos de EPM ni con la Junta Directiva, la cual fue citada sólo para discutir: “el avance del proceso de Orbitel”.
El debate ha sido conducido para exacerbar el chovinismo ramplón y las emociones de la ciudadanía con el único fin de desviar la atención y hacer aparecer que la crisis que actualmente se vive en EPM es solo y solo responsabilidad de esta Administración.
En las marchas de protesta convocadas por la ruptura del gobierno corporativo, con participación airada de seguidores del Centro Democrático, quedó claro que lo que se persigue en el fondo, desde el día que se posesionó Daniel Quintero como primera autoridad de la ciudad, es su revocatoria y para ello se acude al ardid de encasillar al alcalde como militante en la corriente política de la Colombia Humana de Gustavo Petro o una supuesta toma de la empresa por la rancia clase política bogotana para tender un “manto de humo” sobre las reales causas que tienen hoy a las EPM al borde de un colapso económico y financiero.
La posición de los dueños del poder es desvirtuar cualquier cuestionamiento a la corrupción y al mal manejo de recursos públicos señalando a los que denuncian como promotores del odio entre ricos y pobres e incentivar la lucha de clases y, al inverso, de señalar de populismo si se presentan propuestas que buscan redimir la difícil situación de millones de colombianos. Eso es lo que viene sucediendo en Medellín, para señalar de “socialistas”, “castro-chavistas” y “petristas” a quienes se atrevan a poner en entredicho el “rigor técnico y jurídico” de las intocable EPM. Su posición ante lo sucedido en Hidroituango es “dejemos así” para que todo siga igual.
Valdría recordar que en EPM no ha habido conflicto de intereses cuando a sus juntas directivas llegan representantes del GEA o que se hayan hecho cuestionamientos a estos directivos al pasar de un escritorio privado a uno público o viceversa sin ningún pudor, pues EPM ha sido gerenciada por distinguidas figuras del GEA, entre ellas, el difunto Juan Felipe Gaviria quien fuera presidente de Conconcreto, Federico Restrepo quien fuera gerente de Integral durante 23 años y Juan Esteban Calle que pasó de EPM a ser presidente de Argos, como quien dice, “Integral diseña y asesora, Conconcreto y Coninsa construyen, y todo el cemento y concreto para todas las obras como vías, túneles, presa, campamentos, entre otras, los provee Argos” como lo señala Juan Paz en uno de sus escritos. Empresas que tomaron vuelo y se fortalecieron ejecutando billonarios megaproyectos de EPM, como la construcción del Edificio Inteligente, la Central Bonyic, Porce III, Hidroituango y la Ptar de Bello. Lo que explica la abrupta renuncia en pleno de la Junta Directiva o de su oposición a cualquier intento de demandar a estas empresas comprometidas en el desastre de Hidroituango.
Sería interesante saber, ¿cuántos contratos y por qué cuantía han sido adjudicados a estas poderosas firmas y otras que hacen parte de ese grupo empresarial?, ¿cuántos contratos presentan sobrecostos?, ¿cuántas multas les han sido aplicadas? Esta crisis ha dejado al descubierto que las ganancias fluyen sin problemas hacia ese conglomerado económico y que de presentarse pérdidas las asume EPM, incluyendo las multas que se vuelven simbólicas e inocuas cuando se trata de aplicárselas a ellos, pues son considerados “aliados estratégicos” por parte de los jurídicos de las EPM.
La concentración de la contratación pública en este conglomerado ha conducido a una enorme inconformidad de otros sectores empresariales y contratistas de la ciudad que cuestionan la aplastante hegemonía y el favorecimiento que le da EPM a las empresas del GEA.
Como lo señala de manera tajante el ex viceministro de Minas y Energía Diego Otero Prada:
“EPM siempre fue brillante antes de que entrara el GEA. Defiendo al alcalde Daniel Quintero y a Álvaro Guillermo Rendón, actual gerente de EPM. Hay que rodearlos contra la embestida de estos intereses privados dudosos, de los ataques del presidente de la Andi, de los editoriales peligrosos de El Tiempo y El Espectador, es decir, del poder dominante, cuyas varias fracciones se unen en este momento, independientemente de sus intereses particulares e ideológicos, para defender intereses privados... Defendamos lo público de los intereses groseros privados, con mayor razón, como se ha visto en esta pandemia, el papel nefasto de una salud privatizada y de una salud publica hecha pedazos… Este es uno de los cambios que necesitamos para construir un nuevo país, fortalecer lo público, pero ajeno a los intereses privados de los grupos monopólicos y de los partidos políticos clientelistas y corruptos”. https://www.avanzarcolombia.com/2020/08/18/defendamos-a-epm-de-los-intereses-privados-empresariales/
Desde Sintraemsdes Medellín hacemos un llamado a todos los trabajadores de EPM a no dejarse confundir y mantener firme la defensa del patrimonio público, cerrar filas en mantener el carácter social de la empresa. No se trata hoy de salir solamente a la calle a protestar para defender nuestras conquistas laborales, se trata también de defender los enormes beneficios que en materia de servicios públicos e inversión social hace EPM a nivel local y regional.
Nuestra tarea es dejar atrás las mezquindades, la soberbia y la prepotencia, se trata de ser más solidarios con las comunidades más vulnerables y con la sociedad en general, a las que nos debemos: ¡somos verdaderos dueños de esta gran empresa!
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